jueves, marzo 01, 2007

En la maletera del Pathfinder I

El título puede parecer metafórico, pero no lo es, ni tampoco pretendió serlo.

Mi familia nunca fue tan grande como para tener que acomodarme en algún lugar, muchas veces me las veía negras para meter libros en mi mochila, ropa en una maleta, pero casi nunca pensaba en acomodar a la gente para que entrara en algún espacio. En realidad eso sólo ocurría cuando teníamos que acomodarnos de huéspedes en alguna casa que sí estaba llena. En el carro, cuando salíamos de Lima, tenía siempre toda la parte de atrás para mí. Lástima que mientras mi longitud lo permitió no se me pasó por la cabeza echarme en toda la parte de atrás. Cuando veo camionetas con más de dos filas de asientos el primer uso que les encuentro es el de movilidad escolar. No recuerdo tampoco de pequeña pensar en tener una familia grande-jugar a la casita era casi interesante por la novedad de la cantidad de hijas-, nunca pedí hermanitos ni nada por el estilo.

Esta es una de las veces en las que recién considero la idea del auto-sardina. A pesar que mi posición no es necesariamente la de la sardina menos afortunada, la idea de acomodar personas me sigue siendo extraña. A diferencia de mis compañeras sardinas, soy parte de una afortunada minoría en esta lata que puede estirar las piernas y contar con un cojín real en la espalda. Y mi vista es la más privilegiada, aunque sea de noche y andemos a bastante velocidad en una carretera. Somos una lata de sardinas que está en un carrito de compras, a las 7pm, mientras un trabajador que acaba de marcar nos empuja presurosa hacia la caja rápida.

Me gustaría que el asiento de adelante fuera tan cómodo como este, que nisiquiera es asiento. Al otro día que me suba a la Pathfinder en vez de una pequeña niña y yo estarán gordas maletas. Ninguno de los contenidos de la maleta tiene que quejarse por golpearse en la cabeza a causa de baches o malas pistas. ¿Mencioné también que acá contamos con la ventana más grande de todo el carro? Mejor aún, mientras quien conduce se concentra en avanzar y llegar a algún lugar, nosotros nos quedamos con la mejor vista, la que sugiere de mejor forma dejar atrás algún otro. Hasta me gustaría sacarles pica a los conductores que veo desde acá. Soy una sardina-o un atún- bastante afortunada.

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

Este post tiene la intención de continuar.