lunes, enero 28, 2008

Papa de sofá

Algo así [1]
A pesar de que no pretendo volver este lugar un blog sobre series, ya sean gringas o japonesas, es un buen momento para hablar sobre a qué me dedico este verano.

Cuando sólo veía animes, nunca logré amarrarme a una serie con actores. Podía ver Friends cuando esperaba al doctor, Married with Children por las mañanas cuando faltaba al colegio y alguna otra en ocasiones ver incluso un 'procedural' (series tipo CSI) , pero ninguno me dejó tan satisfecha como para buscar la guía de cable y buscar la programación. En el internet -y en mi disco duro- había animes, musica de animes, además de lo que puedo llamar 'merchandising gratis online' (scans de Artbooks, mangas, imágenes, screenshots, fanfics, y un largo etc). Fácilmente puedo titular estos tiempos con el nombre de una sola serie: Inuyasha. Este anime era a lo que dedicaba casi todo mi tiempo libre. Hasta que terminó la animación de la serie seguí la historia en el manga (que parece que va a durar más que EL COMERCIO) por un tiempo más. ¿Cómo se me pasó el fanatismo? Ni yo misma lo recuerdo, probablemente fue un viaje largo, no lo sé. Aún recuerdo toda la historia y personajes, pero, como esta de moda decir, estoy desactualizada completamente.

De viaje por el tiempo de las guerras civiles en Japón.

Regresando a los orígenes la afición por el anime nació con Evangelion, serie que hasta hoy considero una de las mejores cosas que he visto en mis -casi- dos décadas. Últimamente (y gracias a Hernan Casciari, entre varios otros) he tenido la suerte de ver series gringas e inglesas magníficas, que comparte mi podio privado de lo bueno de la tele. Evangelion lo tiene todo: una colección de personajes impecable, una historia que combina la clásica travesía del héroe -sólo que en este caso este es un personaje (odiado por muchos) tan inverosímil y real al mismo tiempo, fuera de serie- y un trasfondo que mezcla referencias cristianas -Ángeles, crucifixiones y el inevitable 'destino de la humanidad'- con mechas -o, en menos palabras, ciencia ficción con un toque de 'a dónde nos va a llevar el conocimiento'-. Los temas que salieron en el 95 en Evangelion son más vigentes (y explotados) que nunca. En mi caso, fue el primer 'contacto' que tuve Pudo haber salido un bodrio famoso tras esta mezcla peligrosa, pero el resultado fue inolvidable. Es el tipo de series que recuerdas, vuelves a ver, y te llena una y otra y otra vez de dilemas, de imágenes, hasta de temas para ensayos. Suficiente fue la serie al terminar de exhibir todas las contradicciones de un personaje animado y cerrar preguntando (irónicamente) '¿Qué es lo que realmente quiere?'. Le guardo una enorme -y a veces pienso un tanto ridícula cuando hablo de más en vez de sólo recomendar que la vean- gratitud y cariño.

[Opening subtitulado]





Una tarde por casualidad me enganché al piloto (s01e01 en jerga 'downloader') de House en el canal Universal. Ni yo sabía que era el primer capítulo
de la serie con actores reales que me llevaría a 'perfeccionar' mis hábitos de descarga (descargas directas, cambios de IPs, mejores clientes de Bittorrent, sincronización de subtítulos, reproductores de video más complejos , etc).
Esta es la serie que he visto con el mayor descuido cronológico -piloto, temporada 3, episodios en desorden en tv, temporada 1-. House es tan 'inagotable' como Evangelion, sólo que s
u protagonista no es un chico de 14 años en circunstancias especiales, sino un doctor misántropo, desenfadado y brillante en su profesión y en casi todo lo que hace. Mi héroe ha aumentado en edad y en ironía, ya no está en un futuro probable sino burlándose del calentamiento global y la acupuntura. POR FIN mañana aparecera un nuevo episodio tras el parón de antes de Navidad, y ello me llevó a pensar en el tiempo que he dedicado a lo que se produce para la tele. Y por qué, a pesar de que la programación nacional casi siempre merezca un funeral de ícono, se pueden dar las casualidades para que se haga una serie de calidad, más allá del efectismo y el entretenimiento fácil .

¿Qué me ha vuelto adicta a House? Este post explica un poco parte de la genialidad de esta serie. Mis razones me las salvo para otro día.



[1] http://vhm-alex.deviantart.com/art/Television-Rules-the-Nation-24650551

domingo, enero 27, 2008

Laguna mental y metáforas exacerbadas

Hokusai

Cuando veía animes con mayor regularidad me gustaba cómo 'animaban' el mar, algún lago, el interior del mar, a veces de colores inverosímiles, a veces una playa tranquila, a veces movimientos mágicos extraños: el água (considerando las series que he visto, que no son muchos) siempre purificadora, limpia, transparente(adjetivos que usan-también-para vender agua mineral) tenía 'podereres' en descanso que defenderían al bienhechor (o protagonista) en la mayoría de casos.
[Pequeño detalle del párrafo anterior: No estoy pensando en Pokemón con exactitud]


Recuerdo bastante en Ayashi no Ceres a Touya y cómo estaba entre atraído, admirado, extrañado ante el mar. Esto termina explicándose al final de la historia, y siempre me quedo pensando en cómo sería encontrarle un sentido tan bien definido, tan para usar la palabra 'destino' -segun yo- tan 'más interesante que mi propia vida'. El tipo de historias en las que es irresistible desear tener todo tan claro como uno de estos personajes. Con el paso del tiempo (me siento anciana al decir eso) creo que ese deseo, más que desvanecerse, se confunde con una sensación más fuerte de incertidumbre/caos/desorden, es como volver a casa luego de andar en la calle todo el día, o, si quisiera hacer una metáfora más acertada, como cuando alguien quiere salir de vacaciones.

Siempre obcecada con oposiciones simplonas, el agua (azul, pacífica) vs. el fuego (rojo, vigoroso), pensaba con cierta desesperación en esta supuesta 'oposición fundamental' como una condena a la pasividad: siempre iba a tener menos energía, audacia, viveza, lo que para mí significa(ba) una desventaja en mi vida diaria. Siempre he tenido una obsesión por el color azul, cualquier ocasión en la que puedo elegir un color, siempre es azul, sea ropa, , frazada,helado-cuando aún era tamaño para parque de diversiones-, etc. Lo sé, no es difícil escapar de esta ''condena'', pero no puedo negar que deambula por mi cabeza cuando se me ocurre juzgar lo que hago con 'mala fe'.

En fin, el agua me relaja, ya se porque efectivamente disminuye el pulso (o algo así) o me creí muy en serio esas asociaciones agua~quietud, agua~no tensión y algunas otras que podría calificar de 'tristes'. Este año he tenido la suerte de viajar por algunas lagunas en Cusco, y me he vuelto a creer todo lo que el agua representa. Podría pensar en lo realmente 'anti-natural' que son mis aspiraciones, pero, es una sensación parecida a ver un anime y aspirar a lo trascendental. Son momentos para suprimir cualquier juicio.

Una de 'Cuatro Lagunas'

Creo que el post escapa de la 'temática' del otro blog en el que colaboro.