Heidelberg por la tarde. El antónimo de transporte público a mediodía.
Personajes: Señora de lentes naranjas
Cobrador
Yo
Otros habitantes del micro
Escenario: Asiento doble, segunda fila, casi al frente de la puerta del micro, que siempre anda abierta. Ventana suelta , abierta también.
El micro no tiene muchos stickers, solo el de la ruta. El cobrador tiene una Crush.
La calle es una avenida no muy complicada.
....(Advertencia: esta pieza contiene muchos 'monólogos interiores' y puede parecer/es pretencioso)
Yo: Ya que por fin se acerca el micro, desistiré en comprar algo para tomar. Qué calor que hace. Vaya, correteo de nuevo. La mala suerte de bajar a un pasajero una cuadra antes tiene como consecuencia que tu adversario gire temerariamente para recoger el trofeo de guerra. Quizás no de guerra. Igual, pasajero es pasajero en fin de semana. El que parezca joven puede ser el premio consolación del -ahora- micro adversario, esperaría que pagara medio, y ya no valgo tanto la pena.
Cobrador: Rápido, rápido
Yo: Bah, sentarme al lado de la ventana ya no puede adquirir ningún significado más allá de calmar el calor. Con suerte llegaré en 25 minutos. Vaya, quizás en 20 nomás. Parece ser el sitio ideal para correr. Quién sale los domingos en la mañana a otro sitio que no sea la playa. Había olvidado los correteos, había olvidado en tres semanas, pensando que los micros eran tan sólo 'los primeros que te apuran cuando todavía el acelerador-y-embrague es complicado' o 'los que mas miedo dan'. Coño, quiero manejar. Al menos los asientos estan separados razonablemente, pero...qué calor que hace!
Cobrador: Sube, sube, todo Garzón, Metro, Arequipa
Yo: Señoras. Señoras que inevitablemente se sientan adelante. A dónde irán un domingo a mediodía. OK OK, me hago a un lado. Querían sentarse juntas y yo les malogré la conversación, ahora van a dormir. Tendré que despertarla cuando trate de bajar. Mi ahora vecina lleva unos lentes de sol curiosos, son naranja, como para la playa. Fácil van a una casa donde sus parientes más jóvenes las esperan, deben ser primas o algo por el estilo.
Cobrador: Pasaje señorita (se oyen las monedas en el bolsillo del cobrador)
Yo: OK, una moneda de dos soles.
Cobrador: A dónde va?
Yo: Emm, a la Arequipa
Cobrador: Un ratito.
Yo: Las dos posibilidades del día, o me da un sol de vuelto, o me da ochenta céntimos. Me dió flojera sacar el carnet y todo. Es domingo, hace calor, ellos tienen más calor todavía. Nueve de diez que me da ochenta, está buscando monedas. La burocracia me la puso fácil.
Cobrador: Vuelto.
...
Contínuará (espero)
3 comentarios:
no hay pasaje medio los domingos.
uy, felizmente no hice roche =D
de lo que nos salva la flojera a veces...
¿y continuará?
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