domingo, setiembre 10, 2006

Viva la medianoche


Luego de romperme el coco armando horarios y escuchando U2, Puerto Mont y Depeche mode, se me ocurrió volver al blog. Con una idea al principio de hacer un nuevo post sobre el renovado hi5 y mi molestia particular por no poder leer cómodamente en internet. Han pasado como 4 meses, quizás sin inspiración, quizás sin tiempo.



Últimamente veo los noticieros y leo el periódico más seguido, asi que estoy más al tanto de eventos 'de conocimiento público'. Ya sea la Feria del Libro , la historia de Lay Fung, el despido de Alvaro Maguiña, la guerra en el Líbano, el Congreso que está por entrar, o sencillamente ver la foto con dos chanchitos lamiendo un bloque de hielo con zanahorias dentro y darme cuenta que los gringos y primermundistas estan asándose, [El Comercio de hoy] estoy más entretenida. No es bueno oír todas estas noticias pero en este tiempo de vacaciones abunda la necesidad de mantenerse distraída.

Hace poco (poquísimo) tiempo me di cuenta que a menos de media cuadra de mi habitáculo existía un centro cultural, pequeño pero con varias cosas que hacer. Por mi obsesiva obsesión de mantenerme en mi cuarto haciendo nada me he perdido películas y demás cosas. La única obra que no me perdí fue 'Cuando e día viene mudo' (o algún título con dia, cuando y mudo), esto fue hace unos meses. No si es virtud o defecto, poco me importa, pero por lo general el teatro me deja complacida casi el 80% de las veces que voy. Y esta vez, como suele ocurrirme con lo que leo/veo/como, me quede bastante contenta con haber pagado mis seis soles para entrar en un cuartito que funcionaba de teatro, y luego al 'repensar' la obra, le encontré unos defectos.

No voy a hacer una grán crítica pues, para comenzar, ya no recuerdo todos los detalles de la obra. Me sentí un poco incómoda teniendo tan cerca a los actores, y ciertas acciones hicieron que perdiera la atención, como el momento que comen del mismo plato de Ajinomen o cuando se ponen a saltar por aca y por allá, echándose en la mesa, deslizandose por ella, pasando por debajo de ella, o cuando la usaban de 'escenario alterno' para hacer flashback. Fuera de eso la historia, aunque no es realista, estaba bien tratada para mi gusto. El final fue inesperado y el momento en que tiran al water, literalmente, el libro de Coellho y otros que no recuerdo(creo que Shakespeare)...pienso que es un poco atrevido, o por lo menos valiente juzgar literatos en una obra de teatro, que sea inapropiado o que no venga al caso, eso se me ocurrió después.

Entonces, ¿de que michi trataba la obra? Dos amigos se reencuentran y uno se confiesa enamorado del otro. El descenlace no es ni esperanzador ni alegre, y esa luz de foco para simbolizar la mañana era 'poco sofisticada', pero el 'sabor' que deja la respuesta me dejó satisfecha. Por lo que decía el papelito, ambos actores han hecho algo de danza, así que había algo de movimientos un poco artísticos por aquí por allá.

Para ironizar en cierto modo el post, dos comentarios sobre la misma obra:
Critica de Teatro Peruano-'Definitivamente ésta es la segunda y ultima vez que acudo a espectar una obra escrita y dirigida por Diego La Hoz'
Post antiguo en un blog- 'Hace mucho tiempo que no dejaba que me conmoviesen de ese modo.'

Como la obra ya salió de escena, creo que no tiene mucho caso. Lo que sí, aclarar que no me voy a dedicar a la crítica de teatro, mas no voy a dejar de ir a ver una obra que parezca buena. Creo que fue desde Actos indecentes (y el poema final de Wilde) que me animé por gastar más billete en algo que no sea cine, o comida. Me es imposible no colocarlo acá:

And the Man made answer and said, 'Even so did I.'
And God closed the Book of the Life of the Man, and said, 'Surely I will send thee into Hell. Even into Hell will I send thee.'
And the Man cried out, 'Thou canst not.'
And God said to the Man, 'Wherefore can I not send thee to Hell, and for what reason?'
'Because in Hell have I always lived,' answered the Man.
And there was silence in the House of Judgment.
And after a space God spake, and said to the Man, 'Seeing that I may not send thee into Hell, surely I will send thee unto Heaven. Even unto Heaven will I send thee.'
And the Man cried out, 'Thou canst not.'
And God said to the Man, 'Wherefore can I not send thee unto Heaven, and for what reason?'
'Because never, and in no place, have I been able to imagine it,' answered the Man.
And there was silence in the House of Judgment.


y la traducción

Y hubo un silencio en la Sala del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios.
Y Dios abrió el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Tu vida ha sido perversa,, y has dado pruebas de crueldad con los que necesitaban socorro, y con los que precisaban ayuda has sido implacable y duro de corazón. Recurrieron a ti los pobres y no los escuchaste, y cerraste los oídos al grito de mis afligidos. Te apropiaste de la herencia de los huérfanos, y azuzaste a las zorras para que entraran en la viña de tu vecino. Cogiste el pan de los niños y se lo echaste a los perros, y a mis leprosos que vivían en paz alabándome en las tierras pantanosas, les obligaste a salir a los caminos, y sobre la tierra mía, de la que te formé, derramaste sangre inocente.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y de nuevo abrió Dios el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Perversa ha sido tu vida; buscaste ansiosamente la belleza que he revelado y desdeñaste el bien que dejé oculto. Las paredes de tu aposento estaban pintadas con imágenes, y del lecho de tus abominaciones te levantabas al son de flautas. Erigiste siete altares a los pecados que he soportado, y comiste manjares prohibidos, y la púr­pura de tu ropa llevaba bordadas las tres marcas de la vergüenza. Tus ídolos no eran de oro ni de plata que per­duran, sino de carne que perece. Impregnaste sus cabe­llos de perfumes y pusiste granadas en sus manos. Les teñiste los pies con azafrán y extendiste alfombras a su paso. Con antimonio pintaste sus párpados y ungiste su cuerpo con mirra. Te prosternaste ante ellos, y fueron en­salzados los tronos de tus ídolos hasta el sol. Mostraste al sol tu vergüenza y a la luna tu locura.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y por tercera vez abrió Dios el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Perversa ha sido tu vida, y pagaste con el mal el bien, y con agravio la bondad. Las manos que te alimen­taron las heriste, y despreciaste los pechos que te ama­mantaron. Quien vino a ti con agua se marchó sediento, y a los proscritos que te ocultaron en sus tiendas por la noche los traicionaste antes de que llegara el alba. Al enemigo que te perdonó la vida le hiciste caer en una emboscada, y al amigo que caminó contigo le vendiste por una recompensa, y a quienes te ofrecieron amor les diste lujuria a cambio.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y cerró Dios el Libro de la vida del hombre, y dijo:
-En verdad, te enviaré al infierno. Al infierno te en­viaré.
Y el hombre exclamó:
-No puedes.
Y dijo Dios al hombre:
-¿Por qué no puedo mandarte al infierno y por qué razón?
-Porque en el infierno he vivido yo siempre -res­pondió el hombre.
Y hubo un silencio en la Sala del Juicio.
Y, después de una pausa, habló Dios y dijo al hombre:
-Dado que no puedo mandarte al infierno, te enviaré al cielo. Al cielo te enviaré.
Y exclamó el hombre:
-No puedes.
Y dijo Dios al hombre:
-¿Por qué no puedo enviarte al cielo y por qué razón?
-Porque nunca ni en ningún lugar he sido capaz de imaginarlo -respondió el hombre.
Y se hizo el silencio en la Sala del Juicio.Y hubo un silencio en la Sala del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios.
Y Dios abrió el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Tu vida ha sido perversa,, y has dado pruebas de crueldad con los que necesitaban socorro, y con los que precisaban ayuda has sido implacable y duro de corazón. Recurrieron a ti los pobres y no los escuchaste, y cerraste los oídos al grito de mis afligidos. Te apropiaste de la herencia de los huérfanos, y azuzaste a las zorras para que entraran en la viña de tu vecino. Cogiste el pan de los niños y se lo echaste a los perros, y a mis leprosos que vivían en paz alabándome en las tierras pantanosas, les obligaste a salir a los caminos, y sobre la tierra mía, de la que te formé, derramaste sangre inocente.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y de nuevo abrió Dios el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Perversa ha sido tu vida; buscaste ansiosamente la belleza que he revelado y desdeñaste el bien que dejé oculto. Las paredes de tu aposento estaban pintadas con imágenes, y del lecho de tus abominaciones te levantabas al son de flautas. Erigiste siete altares a los pecados que he soportado, y comiste manjares prohibidos, y la púr­pura de tu ropa llevaba bordadas las tres marcas de la vergüenza. Tus ídolos no eran de oro ni de plata que per­duran, sino de carne que perece. Impregnaste sus cabe­llos de perfumes y pusiste granadas en sus manos. Les teñiste los pies con azafrán y extendiste alfombras a su paso. Con antimonio pintaste sus párpados y ungiste su cuerpo con mirra. Te prosternaste ante ellos, y fueron en­salzados los tronos de tus ídolos hasta el sol. Mostraste al sol tu vergüenza y a la luna tu locura.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y por tercera vez abrió Dios el Libro de la vida del hombre.
Y dijo Dios al hombre:
-Perversa ha sido tu vida, y pagaste con el mal el bien, y con agravio la bondad. Las manos que te alimen­taron las heriste, y despreciaste los pechos que te ama­mantaron. Quien vino a ti con agua se marchó sediento, y a los proscritos que te ocultaron en sus tiendas por la noche los traicionaste antes de que llegara el alba. Al enemigo que te perdonó la vida le hiciste caer en una emboscada, y al amigo que caminó contigo le vendiste por una recompensa, y a quienes te ofrecieron amor les diste lujuria a cambio.
Y respondió el hombre y dijo:
-En efecto, lo hice.
Y cerró Dios el Libro de la vida del hombre, y dijo:
-En verdad, te enviaré al infierno. Al infierno te en­viaré.
Y el hombre exclamó:
-No puedes.
Y dijo Dios al hombre:
-¿Por qué no puedo mandarte al infierno y por qué razón?
-Porque en el infierno he vivido yo siempre -res­pondió el hombre.
Y hubo un silencio en la Sala del Juicio.
Y, después de una pausa, habló Dios y dijo al hombre:
-Dado que no puedo mandarte al infierno, te enviaré al cielo. Al cielo te enviaré.
Y exclamó el hombre:
-No puedes.
Y dijo Dios al hombre:
-¿Por qué no puedo enviarte al cielo y por qué razón?
-Porque nunca ni en ningún lugar he sido capaz de imaginarlo -respondió el hombre.
Y se hizo el silencio en la Sala del Juicio.


La última obra que fui a ver fue La Santa Comedia, en el teatro británico. Vivan las monjas, pero no demasiado. Aunque no será el estilo de humor de 'Bailando en el cementerio',ni sea algo muy revelador, valió la pena el gasto. Eso por mientras, mañana es sábado.

0 comentarios: